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APOTEÓSIS DE MORANTE EN LA MÉXICO. 2 OREJAS Y PUERTA GRANDE

Morante de la Puebla volvió a reventar el embudo. Tarde histórica en el Aniversario de La México, donde el torero de La Puebla enloqueció al público cortando dos orejas al cuarto de la tarde y abriendo la puerta grande

Fue quizá la tarde de la temporada. Un duelo directo, una lucha sin cuartel entre dos de los matadores más &lsquo,consentidos&rsquo, de México. Morante volvió a reventar el embudo. El Juli más artista defendió el feudo que conquistara hace ahora dos décadas. La gente salió ronca, pero también salió toreando por la avenida de Insurgentes, conscientes que habían visto historia. Abrió y cerró plaza Luis David Adame, que confirmó con dignidad, estuvo cerca de cortar una oreja del toro de la ceremonia y dio cuanto tuvo para estar a la altura del compromiso. Así se desarrolló la contienda: Luis David Adame confirmó con &lsquo,Cántabro&rsquo,, un toro de gran calidad y humillación de Teófilo Gómez frente al que anduvo torero y despierto el confirmante. Lo lanceó a pies juntos de modo brillante, lo toreó con hondura sobre la mano derecha en una primera parte de mucha entidad. Sufrió una pequeña vaguada la obra cuando el toro acortó su recorrido al final de la faena, pero volvió a crecer en unas apretadas bernadinas. La espada -media estocada tendida y descabello- frenó la petición de una oreja que parecía segura. No se dejó torear de capa el primero de Morante, toro veleto, de hechuras asaltilladas, que acusó poca fuerza de salida. Inició por alto una faena mermada por la feble condición del astado, que además careció de codicia y transmisión. El Juli se hizo presente en un soberbio quite por chicuelinas con la mano muy baja al tercero, toro largo, paliabierto, con clase y movilidad, al que principió faena rodilla en tierra. Fue faena de gran determinación, de mucha fibra, trazada además con la mano muy baja, lo que dotó de más autenticidad y profundidad a su obra. Estuvo enorme Julián, pero un pinchazo y una estocada baja malograron una faenan que aunó garra, poderío e inteligencia. Morante saludó al castaño cuarto de modo soberbio, con las manos muy pegadas a la esclavina en unas verónicas muy personales, que fueron la antesala de unas torerísimas chicuelinas, dibujadas con gran despaciosidad. El inicio de faena, apoyado en tablas, fue precioso, como las series con la mano derecha, descritas casi en círculo, que tuvieron sutileza, expresión y naturalidad. Por el pitón zurdo se quedó el toro más corto pero aún así hubo naturales de nota, antes de volver a deleitar a los presentes sobre la mano derecha. Otro estoconazo, como el pasado mes de diciembre, sirvió de rúbrica. Las dos orejas, indiscutibles. El Juli salió espoleado en el quinto. Pero no fue arrebato ni crispación, sino sutileza y delicadeza de El Juli más artista. Desde el saludo a los quites por cordobinas y zapopinas y luego series de mucha estética, acompañando mucho la embestida de un toro noble pero de muy medida raza al que le hizo de todo. Economía de terrenos, autoridad, mando, pero todo desarrollado con armonía. Una de las mejores faenas de El Juli en esta plaza. De las muchas que ha realizado en estos 20 años. Sino pincha le piden el rabo. El sexto, largo y alto, no dio el juego esperado. Luis David anduvo por encima de él y decidió regalar un sobrero de Fernando de la Mora más voluminoso que ofensivo, que careció de raza, tendió a salir distraído de los engaños y no terminó de colaborar con el toricantano, que hizo de todo por dejar su sello en la tarde. <>VIDEO DEL GRAN TRIUNFO DE MORANTE EN LA MÉXICO<>

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