Crónica de Mundotoro La Feria del Señor de los Milagros de Lima no pudo tener mejor comienzo. Alejandro Talavante y Joselito Adame salieron por la Puerta Grande, tras cortar dos orejas cada uno. El extremeño, en racha, volvió a Acho para obrar un toreo de inspiración, que el público limeño puedo padalear. El mexicano firmó una actuación en las que el mando y la entrega fueron las claves de su triunfo. Abrió cartel Morante, que dejó momentos de bella estampa para romper la plaza. Se lidió una corrida de la divisa española de Zalduendo, bien presentada y de buen juego, en líneas generales, de los que destacó el buen segundo y el cuarto, por su clase y humillación. La plaza registró una entrada de unos tres cuartos. Tuvo mucha movilidad de salida el segundo, al que Talavante recibió con una especie de cordobina, con piernas flexionadas, para luego jugar los brazos a la verónica, toreando a pies juntos y formando un lío. Fue bravo el toro de Zalduendo en el caballo aunque Talavante ordenó medir el castigo. Se ajustó en un gran quite por gaoneras para comenzar la faena luciendo al toro por estatuarios, citándolo de lejos y rematando todo con un pase cambiado por la espalda. Lo mejor de la faena fue un profundo toreo al natural en donde dos tandas fueron sobresalientes, por el trazo y por la profundidad. Muy en racha Talavante toreó muy bien al toro con la mano derecha, rematando las tandas por arrucinas, pases de las flores, el desdén y pases de pecho, poniendo al público en pie. Con el toro ya gastado mató de estocada y se pidieron y consiguieron las dos orejas. El que hizo quinto fue el toro más deslucido del encierro. Talavante lo recibió con suaves verónicas rematadas con una media. El toro empujó en el caballo y tuvo transmisión en banderillas, pero resultó difícil en los engaños. El diestro extremeño comenzó de rodillas, con pases por alto. Firmó una faena de mucha firmeza y aguante, bajándole la mano. Resultó volteado y se repuso para continuar con la lidia y, finalmente, saludó una ovación. Si la estocada hubiera caído arriba, probablemente, el premio hubiera sido mayor. El tercero fue deslucido. Adame lo toreó muy bien de salida, lanceándolo a la verónica. Entró al quite Morante, dejando una soberbia media por el pitón derecho, y le replicó el mexicano por chicuelinas. El toro no cogió celo y fue a su aire. Adame intentó darle celo, echando la muleta al suelo con doblones para fijar la embestida. El toro nunca se entregó y se movió sin estilo, buscando la querencia. El mexicano estuvo muy entregado y estuvo importante al natural. Firmó buenas tandas con la derecha, dejándole siempre la muleta en la cara. El toro volvió a las tablas y remató de estocada y dos golpes de descabello. Su labor fue silenciada. Por verónicas y una media recibió Adame al que puso el broche, un toro que no gustó a la concurrencia en su salida por su falta de fuerza. Quitó por zapopinas muy jaleadas. Inició su faena sentado en el estribo y de rodillas fue llevándolo a los medios. El toro demostró nobleza en las tandas que ligó el mexicano por la derecha, con mucho mando. Prosiguió al natural y obró buenos muletazos. Acortó distancias para terminar de meterse al público en el bolsillo y cobró un estoconazo para cortar dos orejas. Correcto de presentación, con calidad pero falto de fondo fue el toro que abrió plaza. Morante lo toreó muy bien a la verónica, lidiandolo con celo y con estampa antigua. La plaza se rompió con el diestro de La Puebla. En el tercio de varas, el toro derribó al picador y en banderrillas empezó a desarrollar querencias. Morante lo toreó muy centrado y anduvo muy paciente, toreando con mucho mimo y sin castigarlo. Dio dos tandas buenas con la mano derecha. Con la izquierda faltó ligazón porque el toro fue perdiendo fondo, repitiendo menos y marcando más querencia. Lo mató de media estocada. El cuarto, estrecho de sienes, terciado y en la línea de Zalduendo resultó ser un toro con clase y humillador. Comenzó sin salirse de los vuelos del capote de Morante, quedándose más bien corto, y lo lidió muy torero sobre los brazos. En el peto, recibió un puyazo y destacó el subalterno José Antonio Carretero. El toro rompió durante la lidia. Morante comenzó por alto, pegado a las tablas, y dio una tanda con la mano izquierda muy reunida y con mucha conjunción. Inició la segunda tanda con dos molinetes encadenados previos a una gran serie por el derecho, pitón que alternó con el izquierdo en una faena con sello personal. Las tandas fueron muy largas, toreando muy a placer y abandonado. Remató de una estocada y cortó una oreja. <>Vídeo resumen de la corrida de toros.<> Fotos Lula Cebrecos
PERERA A HOMBROS EN SU 20 ANIVERSARIO
Roca Rey cortó una oreja en el tercero. Juan Ortega